Viernes 20. Sábado 21. Marzo. Sala Pereda. 20:30 h. “Los cuernos de Don Friolera” de RAMÓN Mª VALLE-INCLÁN
Con: Alfonso Delgado, Inma Cuevas, Manuel Millán, Antonio M. M., Pepe Soto Rafael Núñez, Luis Arrasa, Nancho Novo, Teté Delgado, Isabel Ayúcar, Sergio Macías, Gloria Villaba, Diego Pizarro, Fernando Ruiz, Mahue Andúgar.
Ángel Facio, dramaturgia y dirección
Una producción del TEATRO ESPAÑOL
“Los cuernos de Don Friolera es una cabriola costumbrista que clausura, con una mueca, el estricto drama de honor calderoniano”. Un título imprescindible del teatro de Valle Inclán.
Notas del director “En mi inmodesta opinión, cuando estos cuernos se han asomado a un escenario, siempre lo han hecho afeitados, en el sentido más literal del término. Es decir, llenos de afeites innecesarios, desfigurados por el exceso de maquillaje o de cartón piedra. Y a pesar del prólogo de la función, el texto de Valle no se articula como una farsa de muñecos, ni sus personajes se comportan como títeres de guiñol... ¡a no ser que consideremos la realidad como un Grand Guignol! Yo, que de joven hice las Milicias Universitarias, conocí a una docena de oficiales, y puedo jurar por las niñas de mis ojos que los militares descritos por Don Ramón son más reales, más verificables y más de carne y hueso, que los encorsetados y fanfarrones capitanes puestos por Lope de Vega al servicio de los Austrias, en su lamentable proyecto de generar una mentalidad social inmovilista y servil. Lo más jodido es que alcanzó su objetivo, y todavía estamos pagando las consecuencias. De ahí la rabia latente en la obra de Valle, y de ahí también la vigencia de sus esperpentos.
Esa es otra: el esperpento. ¡Cuánta tinta ha corrido, y qué mal empleada, para desentrañar los significantes agazapados tras el sonoro casticismo! Lo peor es que -coherencia obliga- todo esperpento se ha resuelto siempre escénicamente como una farsa parroquial cargada de ñoñería, sin el menor asomo de amargura o de mala leche. Yo creo que el esperpento es apenas un sainete violento, imaginado no al calor del brasero, pero sí al calor de un litro de Valdepeñas y bajo la saludable influencia de una pipa de kif. Valle pretendía estrenar, y Valle conocía la profesión de su tiempo -¡su mujer era actriz!-, y Valle no era ningún imbécil. ¿Quién no se acuerda de Pepe Isbert, Valeriano León o Manolo Morán? Actores muy similares debía ver Valle, como posibles, encarnando a sus personajes.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por dejar tu opinión! Por favor procura que tus comentarios no estén fuera de tema, no sean promocionales (spam), ilegales u ofensivos, de otro modo, serán eliminados. Reservado el derecho de su publicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por dejar tu opinión! Por favor procura que tus comentarios no estén fuera de tema, no sean promocionales (spam), ilegales u ofensivos, de otro modo, serán eliminados. Reservado el derecho de su publicación.